Ya sabemos que es muy difícil evitar las golosinas o los helados y no queremos que dejes de disfrutar de estos manjares, pero sí que controles la cantidad que ingieres.
Y es que estos dulces, junto con los refrescos, contienen altos niveles de azúcares, lo que pone en riesgo tu salud bucodental. Pero no te preocupes porque vamos a darte una serie de pautas para que el impacto de los azúcares sea prácticamente invisible para tus dientes.

La boca, el hogar perfecto para las bacterias

¿Sabías que un miligramo de placa dental contiene alrededor de 100 millones de bacterias? Pero eso no es todo, porque en tan solo un mililitro de saliva podemos encontrar alrededor de 750 millones de bacterias.

Pero calma, que no cunda el pánico, la mayoría de estas bacterias viven con nosotros sin producirnos patología o daño alguno. Para ellas, la boca es su casa y como muestra de agradecimiento no lo dañan. También viven en nuestra boca otras bacterias que sí pueden dañarla.
Si el equilibrio entre bacterias se ve revolucionado, las bacterias dañinas incrementan su número y comienzan a dañar los dientes o las encías.

¿Los causantes de este cambio? No hay un solo punto de mira, la mala higiene, las enfermedades, los medicamentos, los cambios hormonales o incluso el tabaco o el alcohol son algunos de entre otros factores que ponen en riesgo nuestra salud bucal y la paciencia de estas bacterias que se defienden generando caries o gingivitis.

¿TENGO ALGUNA CARIES?

Si tienes alguna caries lo notarias fácilmente. Un dolor agudo y punzante en alguna pieza dental o zona específica, que aparecerá de repente, en ocasiones sin que ningún estímulo externo lo genere. Este dolor empeorará al tomar alimentos fríos o calientes y te hará sospechar que alguna cosa no funciona correctamente. Además, también es muy probable que aparezcan cambios de coloración, manchas o agujeros visibles en el diente donde hubiera molestias. Pero estos síntomas no son los únicos, ya que algunas personas notan sensibilidad dental al tocar el diente y sufren un enrojecimiento de la encía. Si sientes que algo no va bien, visita a tu dentista para que revise tu estado bucodental.

Nuestro mayor enemigo, el azúcar

Para prevenir que las caries aparezcan y pongan en riesgo nuestra salud bucodental deberás vigilar tu alimentación. Y eso no quiere decir que dejes de tomar alimentos azucarados, pero sí que deberás de moderar su consumo. Si no quieres alimentar esas bacterias, no deberás de darles aquello que más anhelan y aprecian.

No te preocupes, porque si eres muy goloso te traemos una solución que podría funcionar. Ya sabes que el azúcar desmineraliza el esmalte de los dientes, debilitándolo, pero puedes sustituirlo. Quizás no es exactamente lo mismo, pero sustituir la sacarosa por otro tipo de edulcorante con menor capacidad de ser metabolizado y convertido en ácido te permitirá seguir disfrutando del dulzor de los alimentos.

Nuestra prioridad: tener una higiene bucodental perfecta

Mantener la boca sana requiere tiempo y trabajo, pero es básico para cuidar tu salud.

Por ello, es de suma importancia que utilices el cepillo de dientes correcto y los materiales necesarios, como el hilo dental o los colutorios, pero para mantener una higiene bucodental óptima no vale únicamente con cepillarse los dientes 2 ó 3 veces al día. También hay que asegurarse que los espacios interdentales quedan totalmente libres de bacterias y para ello deberemos de pasarnos el hilo dental diariamente. Estos huecos son los más peligrosos, ya que es justamente ahí donde los restos de comida y placa se acumulan y pueden generar infecciones que ponen en riesgo tu salud bucodental.

VISITA A TU DENTISTA

No puedes evitar visitar a tu dentista puesto que, su único objetivo es guiarte adecuadamente para cuidar tu salud bucodental y evitar la aparición de caries.
Así que empieza a organizar tu agenda y visita a tu dentista de forma periódica una o dos veces al año y tu salud bucodental te lo agradecerá.